El presidente llega al estado que ha sido duramente golpeado por los incendios forestales en los últimos días.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, llegó a California, uno de los estados más afectados por incendios mortales, para informarse sobre la situación en la zona antes de retomar sus actividades de campaña para las elecciones del 3 de noviembre.
Las decenas de focos que arrasan la costa desde hace días han dejado al menos 35 muertos desde el inicio del verano, 27 de ellos en la última semana en los estados de Washington, Oregón y California.
El mandatario, tachado de “pirómano climático” por su rival demócrata Joe Biden, llegó a Sacramento, la capital californiana, donde permanecerá unas horas antes de partir a Arizona, uno de los estados que podrían decidir las presidenciales del 3 de noviembre, para eventos de campaña.
Los incendios en la costa oeste han servido para que los demócratas insistan en la necesidad de luchar contra el cambio climático, un tema sobre el que el presidente Trump se ha mostrado escéptico.
El gobernador Gavin Newsom dijo al mandatario en una reunión, en la que también participaron otras autoridades locales, que “el cambio climático es real y ha exacerbado esto”.
“Lo caliente se está volviendo más caliente, lo seco, más seco”, indicó el gobernador.
Trump lo contradijo poco después, asegurando que el clima “comenzará a enfriarse”.
“Sólo espera”, le dijo a Newsom.
“Desearía que la ciencia concordara con usted”, terció Wade Crowfoot, jefe de la Agencia de Recursos Naturales de California, también presente en el encuentro.
“Pirómano climático”
El consenso científico dice que la magnitud de esos fuegos está vinculada al cambio climático, que agrava una sequía crónica y provoca condiciones meteorológicas extremas.
Trump ha insistido que los fuegos son el resultado de una supuesta mala gestión de los bosques en estos estados, que están controlados por el partido opositor.
“Tenemos que hacer mucho con la gestión de los bosques”, dijo al llegar a California. “Tiene que ser una buena y fuerte gestión forestal”.
Newsom reconoció que hace falta una mejor gestión, pero indicó que la mayor parte de los bosques están ubicados en tierras federales.
Por su parte, Biden fustigó la posición de Trump sobre el calentamiento global: “Podemos comprometernos a avanzar juntos porque sabemos que el cambio climático es un desafío existencial que determinará el futuro de nuestro país”, o “podemos elegir el camino de Donald Trump: ignorar los hechos, negar la realidad, que es rendirse completamente”, añadió.
Kamala Harris, su compañera de fórmula, irá a California este lunes por la noche para comprobar los daños provocados por las llamas y reunirse el martes con los responsables de los servicios de emergencia.
“Peligroso”
En California, las llamas se han cobrado 16 víctimas en la última semana, 14 de ellas en el condado de Butte, escenario en noviembre de 2018 de incendios que arrasaron la ciudad de Paradise.
Los incendios ya habían dejado ocho muertos en agosto en ese estado.
En Oregón, por su parte, se han reportado 10 fallecidos por los incendios.
En Mehama, al este de la capital estatal, Salem, la policía ha limitado el acceso a las ciudades de Mill City y Lyons, evacuadas ante el avance de los incendios. Largas filas de autos esperaban envueltas en una niebla densa. Muchos de sus conductores eran agricultores que querían regresar para alimentar a sus animales.
“Hemos vuelto a Mill City esta mañana, pero la policía nos desaconsejó hacerlo porque es peligroso”, dijo a la AFP Elaina Early, una habitante de esa pequeña ciudad atravesada por las llamas. “La casa está en pie, pero nos vamos a ir porque las condiciones no son nada buenas”.
Más de 400 mil hectáreas de bosque ardieron en Oregón, el doble de lo que suele incendiarse cada año, dijo la gobernadora Kate Brown al canal CBS el domingo. Las autoridades pidieron a unos 500 mil habitantes que evacuaran sus hogares, y 40 mil ya lo han hecho.
En el estado de Washington, la última víctima registrada fue un bebé.
Los incendios han consumido más de dos millones de hectáreas en la costa oeste, y la temporada de los fuegos dura en teoría hasta noviembre.
La calidad del aire por su parte en ciudades como Portland (Oregón), Seattle (Washington) y San Francisco (California) se ha visto afectada al punto que están entre las más contaminadas del mundo este lunes, según la clasificación de la compañía IQAir.